LA RADIO COMO SISTEMA DE COMPARTIR PASIONES

LOS 39 SONIDOS es un programa de radio que se escapa a las funciones tópicas de un espacio musical al uso. La idea es la de compartir sensaciones sónicas a través de un pequeño/gran club de apasionados por melodías creativas.
Combinando canciones del pasado con composiciones del presente, recuperando discos mágicos añejos y mezclando esos sonidos con algunos discos que surgen de ahora mismo y que nos dan a entender la necesitad de vibrar tanto con lo de antes como con lo que nos rodea, huyendo de las vulgares interpretaciones de las multinacionales, que corroen la creatividad.
Este es un programa de canciones, de buenas canciones, nuestras mejores amigas; pero también es un programa de gente que crea arte sónico, que hace discos eternos o, por lo menos, que son eternos durante un periodo que nos hace las cosas más dulces.
En fin, hablamos sobre sentimientos que provocan los decibelios, discos,canciones, discos y canciones.
LOS 39 SONIDOS se emiten cada lunes en directo, desde las 9 hasta las 12 de la noche y es grabado instantáneamente para ser colgado al día siguiente.
Pero, para degustar el programa en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo mejor es ir a: http:los39sonidos.podomatic.com
Buen provecho!

sábado, 6 de diciembre de 2014

20 NUEVOS ALEGATOS SÓNICOS PARA PERTURBARSE EN SOLITARIO (O EN BUENA COMPAÑÍA)

The Monochrome Se – Eligible Bachelors (Cherry Red 1982)
Una de las bandas que surgieron del punk y que aprendieron la lección más rápidamente. No se trataba de vivir con urgencia, explotar al segundo y pegar patadas por doquier; también se requería un ensamblaje cultural que dignificara la idea. Bid era un tipo listo, cantante de gran registro y se rodeaba de un elenco de buenos músicos y amigos. The Monochrome Set dieron un empuje a aquella generación que se nutrió del punk y que luego se empleó a fondo con tesituras de pop sólido, que igual bebían de la psicodelia como del beat, logrando formidables LP's que acabaron siendo lo más elevado de los 80. No sé si su mejor LP sería "Strange Boutique", "Love Zombies" o éste "Eligible Bachelors", los tres son barbaridades que empujan con fuerza nuestros pabellones auditivos hacia el éxtasis, pero mirad, aunque sea por sólo está canción...




Paladin - Paladin (Bronze Records 1971)
En los inicios del sonido progresivo británico, existían grupos que, además de la herencia psicodelica, buscaban otros matices con los que aumentar el nivel experimental de su música. Peter Solley y Keith Webb eran músicos de sesión que habían estado girando con Terry Reid (el que debió sustituir, en principio, a Brian Jones en los Stones) y en su gira americana descubrieron la mixtura de bandas como Santana, que incorporaban ambientes latinos al rock ácido. Con esas influencias montaron Paladin, un grupo apoteósico en instrumentación, contundente en ritmos y agresivo en contexto. Sólo editaron dos LP's, el primero de ellos absolutamente magistral; el segundo sucumbió ante la hornada hard y perdió parte de esas señas de identidad que los emparentaron, momentáneamente, con Traffic. Inclasificables, exquisitos, atrevidos y vanguardistas, la frescura de este álbum sigue cautivando.



Fred Neil – Fred Neil (Capitol 1966)
Uno de los inspiradores del momento folk que vivió el Village en Nueva York a mediados de los 60; incluso dejó su impronta en una época determinante de Bob Dylan. El tercer LP de este músico de Ohio, que recaló en NYC en el mejor momento de la escena Bleecker, es apasionado y teatral; tuvo otros dos discos anteriores, centrados en ambientes mucho más acústicos y políticos, cercanos a su amigo Phil Ochs, pero aquí recompone su estilo literario hacia cotas más altas, con alta poesía onírica que también revela su intención de crítica a la sociedad. Musicalmente también avanza mucho, ya que incluye más instrumentación y sus canciones toman un relieve superior, perfecto para lo pasional y amargo de su voz. La canción que abre el disco fue usada también por uno de sus más claros admiradores, el también colosal Tim Buckley.
Un paraíso de metáforas literarias musicalizado con exuberancia y genialidad.



XIT – Plight Of The Redman (Rare Earth 1972)
Indios originales nativos que introdujeron en el rock muchos ambientes de su música tradicional. Pocos o ningún otro grupo tenía esa influencia, ya que Redbone eran latinos, aunque se disfrazasen de pieles rojas.
Procedentes de Nuevo Mexico, de Albuquerque, sus dos LP's eran realmente raros, combinando soul, rock, psicodelia y ritmos tribales indígenas. Incluso en ciertos momentos cantaban en la lengua vernácula de los navajos, la tribu de la que descendían. pero no penséis que su música era complicada, todo lo contrario, dibujaban sonidos atrayentes y podían haber conseguido una cierta repercusión. De todos modos, sus dos discos estar repletos de buenas canciones que, a pesar de tener comienzos propios de la música india, acababan dentro del pop de la época.
Las letras ya eran otro cantar, dejando claro el expolio al que habían sido sometidas las razas autóctonas norteamericanas a consecuencia de la codicia del hombre blanco.



The Raincoats - The Raincoats (Rough Trade 1979)
Uno de los artefactos del post punk británico que más dio que hablar. Grupo de chicas que provenía de las tremendas Slits y que estaba formado por cuatro mentes brillantes femeninas, Gina Birch al bajo, Ana Da Silva a la guitarra (sí, la mami de Kitty, Daisy & Lewis), Vicky Aspinall a la segunda guitarra y al violín y la carismática Palmolive (Paloma Romero) a la batería. Su aspecto amateur, sus instrumentaciones de juguete y la simplicidad de sus melodías arremetió contra toda la escena after, inundada de pájaros de mal agüero, cabellos pelopincho y demás arquetipos ficticios de los siniestrillos que se movían tras el empujón punk. Su primer Lp es una tromba de pop rudimentario y fascinante, juvenil y espontáneo, inspirado y sin pretensiones, que redondeó un disco vibrante y de alma femenina. Inspirador y nunca superado.



Black Pearl - Black Pearl (Atlantic 1969)
Uno de los más grandes grupos del garage americano fue The Barbarians, con una imagen provocadora de pelos muy largos para la época; de hecho, una de sus canciones emblemáticas hablaba de eso "Are You A Boy Or Are You A Girl?". El batería de los Barbarians tenía también otra peculiaridad, era manco, tocaba con una mano de hierro. Cuando el grupo decidió hacer una serie de conciertos, entre los que se encontraba el de Boulder (Colorado), Moulty, que así se llamaba el batería, se negó a ir y la banda dejo de existir. Nadie sabe la razón de aquella decisión, pero el grupo tenía que dejar de llamarse como hasta entonces, ya que Moulty tenía una importancia vital en la imagen de la banda. Así nació Black Pearl, con los tres miembros restantes y dos incorporaciones nuevas, con unas influencias algo dispares y un foco central como ejemplo, James Brown. Por eso su mezcla de soul y hard rock era, además de contundente, pegajosa y rítmica, aunque guardaba parte del encanto del garage de su anterior formación. Un disco maravilloso y desconocido.



The Mystic Number National Bank - The Mystic Number National Bank (Probe 1969)
La escena de Kansas City estaba determinada por el clasicismo en el rock 'n' roll, bastante country y algo de blues; no era habitual encontrar grupos que buscasen salidas más, digamos, complicadas. Mystic Number National Bank sólo pudieron hacer un Lp, nadie les prestó el más mínimo caso, a pesar de que el sello apostó por ellos, grabándoles un disco y haciendo una portada realmente impactante, ya que es una caja fuerte que se abre en forma de gimmick (como una doble portada, en la foto no se aprecia). La música era realmente ácida, aunque con atisbos de hard rock. Bob Sebbo y Dave Lorenz llevaban la parte guitarrística, mientras que Glenn Walters y Russ Booth se encargaban de la sección rítmica. En algunos momentos observamos cómo el blues enfervorecido y psicodelico que utilizaban, concuerda con el espíritu de los Stooges. Este es uno de esos discos que son aparcados por el infortunio, sin premeditación ni alevosía, pero sí con injusticia.



Chad & Jeremy – Distant Shores (Columbia 1966)
No parecía que Chad Stuart y Jeremy Clyde salieran de su entorno beat fácilmente; ellos se movían en terrenos de merseybeat durante la primera mitad de los 60, en la onda de Peter & Gordon, por poner un ejemplo. Pero viajaron a los USA, descubrieron a Dylan y se zambulleron en corrientes que acabarían desembocando en la psicodelia. Pero no, no eran eso exactamente; iban de camino cuando hicieron dos discos deslumbrantes, "Of Cabbages And Kings" y, un año antes, el lujurioso "Distant Shores", un oficioso boletín de cómo unos muchachos ingleses imbuídos de sunshine pop atraviesan senderos de preciosismo barroco que deja a un lado todo el proceso beat anterior.
Como es lógico, después del baño californiano, jamás regresaron a sus orígenes; ni falta que hacía.



Bonzo Dog Doo Dah Band – Gorilla (Liberty 1967)
Colectivo de músicos, actores, poetas y artistas en general, con gran sentido del humor, corrosivo y terriblemente 'british' (como Monty Python). Amigos de los Beatles y, en cierto modo, conectados con el espíritu lennoniano, su primer álbum es un cocktail de jazz, pop, blues, folk e irreverencia sutil. Sólo el comienzo del disco, con el "Cool Britannia" en plan rock, es para dejar claro sus disparos de cinismo. En cierto modo es una recreación del pop psicodelico embadurnado con aspectos de music hall y melodías muy "Made in England". Muchos piensan que los Bonzos (como así se les conocía) no eran un grupo exactamente de rock, pero supongo que los parecidos con los Kinks, cuando se ponían bordes con el cabaret, tenía bastante parecido.
Al frente estaban Vivian Stanshall y Neil Innes, dos cerebros innatos para la crítica social, que también empleaban su tiempo con obras de teatro experimental.
Un hallazgo sin comparación posible.



Mighty Baby – Mighty Baby (Head 1969)
De las cenizas de un grupo absolutamente Mod como fueron The Action, nacieron estos Mighty Baby. Si os dais cuenta, el proceso de evolución del ambiente mod hacia la psicodelia era inevitable, lo hicieron en su última etapa Small Faces y también los Who, así que no era de extrañar este cambio. Pero seguramente, buscando la congruencia, The Action cambiaron su nombre y toda su estética, luciendo vestimentas protozoicas y luces amébicas. El destino discográfico se configuró en un álbum rebosante de ingenio y cargado de inspiración orientalista, como buenos británicos. Quizá choca la imagen de la portada, más proclive en una banda de hard rock que en ellos, pero la carpeta interior y lo que se encuentra dentro entra completamente en la idiosincrasia de la constelación psycho.



The Honeycombs - The Honeycombs (Pye 1964)
En plena eclosión del fenómeno pop británico exportado a los USA, The Honeycombs eran un perfecto ensamblaje de compositores, productores e iconografía beat. El avispado Joe Meek cogió las riendas de esta banda de Hackney con chica a la batería (sorpresa, para aquellos años) y la dupla de compositores Ken Howard y Alan Blaikley, que tenían contactos en la BBC para hacer explotar al grupo. Tuvieron algún éxito esporádico y su primer LP es un tratado perfecto de aquellos años de agilidad pop y swingin' London. Con voces engominadas a lo Gene Pitney, sus melodías eran diáfanas y contagiosas; idóneas para triunfar fuera de sus fronteras. Pero no fue así y, tras un segundo LP decepcionante, se disiparon entre la niebla. Aún así,este primer trabajo es entusiasta y atrapa desde el primer momento en que la aguja descansa sobre sus surcos.



Dirty Looks – Dirty Looks (Stiff 1980)
La escena de Nueva York es tan rica como diversa; creo que esa ciudad ha dado de todo, y todo bueno, o casi. Desde Staten Island se pergreñaron las mejores formas del Power-Pop, gracias a los innegable Nerves (ya sabéis, Paul Collins, Peter Case y Jack Lee), pero la fusión entre el punk y el pop dio facetas abrasadoras que se mostraban aún más enérgicas que al otro lado del océano, donde los ingleses buscaban más su look que su sonido. Dirty Looks fueron fichados por el sello británico clásico de la nueva ola, Stiff records, seno de Elvis Costello, Nick Lowe, Ian Dury y tantos adalides del género. Ellos eran unos iracundos defensores de la melodía, pero la rodeaban de un halo de urgencia sólo comparable al mejor punk del 77. El resultado: dos discos fieros e irresistibles; el primero sobre todo. Too Much Too Son, que dirían aquellos otros.



Ian Hunter – You're Never Alone With A Schizophrenic (Chrysalis 1979)
Tras una impecable carrera junto a Mott The Hoople, Hunter inició una trayectoria en solitario contando con grandes amigos para que le ayudasen a realizar asombrosos discos de pop atemporal, cercanos a Bowie, Lou Reed y Dylan, los músicos que más le influyeron. Con la participación de Mick Ronson, que había sido abandonado y se quedaba sin sus arañas de Marte, John Cale o Mick Jones fue haciendo discos realmente brillantes. Difícil es elegir entre los 5 primeros, aunque quizá el paso de los años, nominan a este álbum como la barbaridad que en realidad es. Rock con toneladas de melodía, actitud e incluso clima.
Sin parangón, desde luego.



Barbara Acklin – I Did It (Brunswick 1970)
Los primeros pasos de esta mujer de Chicago estuvieron amparados por su primo, el músico de R&B y Jazz Monk Higgins, bajo el nombre de Barbara Allen. Cuando utilizó su nombre real, en muchos casos con composiciones propias, sofisticó su herencia bluesy hasta coquetear con el llamado smooth jazz, aunque en realidad ella estaba inmersa en el soul del norte, menos carnoso que el sonido de Stax o Atlantic, aunque no tan pop como el de Motown. Sus discos (este es su cuarto álbum) eran tratados de música negra sugerente y sensual, proclives a buscar el ambiente por encima de los estribillos, de ahí sus concomitancias con el jazz vocal de, digamos, divas como Nina Simone. Su voz era más suave que la de las mujeres negras al uso, al igual que las canciones que interpretaba, pasteles embelesados que seducían inmediatamente al oyente.



Spacemen 3 – Playing With Fire (Fire 1988)
Siempre se ha dicho que, si las influencias son interesantes y el talento se encuentra innato en el artista, el resultado final es extraordinario. En la pequeña población británica de Rugby, bajo los efluvios de Velvet Underground y los Stooges, un inquieto joven llamado Pete Kember (conocido luego como Sonic Boom) se alía a Jason Pierce (J Spaceman), que absorbía las enseñanzas cósmicas de Hawkwind, Sun Ra o los correos cósmicos del krautrock, para crear una banda fuera de lo común en el panorama shoegazer inglés. Imbuidos por ciertas sustancias químicas y por el gospel negro, nacen Spacemen 3 y debutan con un caustico "Sound Of Confusion", adrenalínico, desesperado y nervioso, a medias tintas entre el Iggy Pop más exaltado y el climático estado psicótico de 13th Floor Elevators. Luego entregan "The Perfect Presciption", otra obra estremecedora de ácido eléctrico sonoro. Pero se confirman en un disco más delicado, menos salvaje y mucho más elaborado. Obra maestra de las últimas encarnaciones del pop psicodelico inglés.



Utopia – Deface The Music (Bearsville 1980)
Posiblemente, el músico más sorprendente de la historia sea Todd Rundgren, alguien de quién se ha hablado constantemente; bien por sus producciones, el mecenazgo de los New York Dolls, obras maestras como "Something/Anything" o "A Wizard A True Star", en consonancia con el Pet Sounds de los Beach Boys, por sus comienzos con los excepcionales Nazz, etc, etc.
Con Utopia hizo cosas tan dispares como disparatadas, discos de sonido progresivo, rollo cósmico, aires orientalistas... y pop.
Bueno y malo a partes iguales, aunque su talento fuera innegable.
Con "Deface The Music" hizo un exuberante homenaje a Beatles, un disco rebosante de canciones inmediatas de pop con aires beat. Sí, suena a aquellos Beatles antes de su conversión a la psicodelia, pero las canciones no son versiones, sino que se inspira en estribillos y melodías reconocibles para hacer sus propias composiciones. En fin, nada nuevo bajo el sol, aparte del ingenio que suponía sonar como el 65 en la efervescencia de la nueva ola.
Grandes canciones, así de simple (y de complicado).



Country Funk – Country Funk (Polydor 1970)
Como tantos otros, un impecable disco único. Principio y final de una banda que no guardaba mucha relación con el nombre que se pusieron. En principio estaban en la misma constelación que Crosby, Stills, Nash & Young o los primeros tiempos de Poco, con Richie Furay al frente, ficharon por un sello potente y sacaron su LP a principios del 70. Como las ventas y la fama no llovían del cielo en aquellos años y, parece ser, la compañía no apostó fuerte por el disco, las expectativas no se tradujeron en ventas, a pesar de que el disco esl un álbum perfecto de rock con raíces y comparable a los mejores momentos de The Band (que ya es decir bastante). Los finos toques de psicodelia pulen un esmerado trabajo en la producción, muy del momento, heredero del espejo hippie de años antes.
Por cierto, Beck, cuando era un niño prodigio, sampleó este disco.



The West Coast Pop Art Experimental Band – Part One (Reprise 1967)
Uno de los grupos prototipos de la mejor psicodelia americana, debido en parte a la expresión de sus componentes; Michael Lloyd (sólo al principio), que andaba por entonces junto a Kim Fowley, el increíble Bob Markley, un extraordinario compositor de química pop aderezada con arreglos extraterrestres y los hermanos Dan y Shaun Harris, otros buenos aderezos para el desarrollo de una banda realmente original en la epopeya ácida de la costa oeste. Comprometidos políticamente con grupos de izquierda intelectual, sus letras eran corrosivas y repletas de arengas anti establishment. De ellos es aquella frase que se hizo histórica décadas después y que rezaba: "Imagina que ellos montan una guerra y nadie acude". Su segundo LP fue un tratado ortodoxo de rock vertiginoso.



Urusei Yatsura – We Are Urusei Yatsura (Ché Trading 1996)
La importancia de la música escocesa en los últimos veinte años se ha multiplicado abrumadoramente, especialmente en la ciudad de Glasgow, la segunda más grande de todo el Reino Unido. Elaine Graham, Fergus Lawrie, Graham Kemp e Ian Graham se conocen en el instituto (dos son hermanos) y su pasión por los sonidos crudos neoyorkinos les conmina a formar una banda. Tras un primer EP, debutan con un álbum tridimensional de distorsiones pop que enlazan estribillos tan directos como eficaces y redondean la cosa en un LP plagado de singles incontestables, de actitud desafiante y de melodías adrenalínicas. Son parte de la penúltima generación de grupos independientes británicos que muestran sus armas como una agrupación de nombres en una agenda invisible de talentos que abren paso al futuro del rock.
Los 90 fueron gloriosos gracias a bandas como ellos.



Bobby Charles – Bobby Charles (Bearsville 1972)
Fue el compositor de "See You Later, Alligator" y con eso ya tuvo para vivir de rentas durante toda su vida. Nativo de Lousiana, su rock 'n' roll pantanoso sirvió para decorar la escena de Nueva Orleans a finales de los 50, pues muchas de sus canciones fueron interpretadas por los genios locales (Jerry Lee Lewis, entre otros). Al cabo de unos años se decidió a volver a los estudios de grabación para rubricar su primer LP real (todo lo de antes eran singles), De esas sesiones nació un álbum, compulsivo se soul-rock-blues-gospel que sorprendió a todos los que esperaban de él un regreso al sonido añejo del rock-a-billy. Inspirado en sus creencias religiosas y en la influencia negra, Charles construyó un trabajo en el que la ayuda de la amistad fue importante (The Band estaban implicados en el proyecto y, aunque nunca se afirmó con rotundidad, Bob Dylan). Disco abrumador del profundo sur.











































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